El pueblo de Sant Rafael es pequeño pero muy transitado.
Se halla a mitad de camino entre Eivissa y Sant Antoni, y de él nacen carreteras que conducen a otras zonas de la isla, como Sant Mateu, Santa Agnès o Buscastell.
Goza de mucha animación por la gran cantidad de restaurantes que se concentran en su única calle, tentando al visitante con una oferta gastronómica para todos los gustos. La artesanía es otro elemento a destacar en Sant Rafel.
En la localidad trabajan ceramistas que gozan de repercusión nacional e internacional y que justifican la declaración de este pueblo como 'Zona de interés artesanal', la única existente en toda la isla.
A pocos quilómetros de este maravilloso pueblo, nos adentramos a uno de los caminos donde se goza de la tranquilidad y silencio absoluto.
Nos encontramos una magnifica finca rústica, de la cual, hay una vivienda de 350m2 con posibilidad de restaurar y poder gozar de una vida tranquila y armoniosa.
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